domingo, 11 de marzo de 2012

Las Okupas del Barrio de Universidad

La primera Okupa que intentó instalarse en el Barrio de Universidad fue un proyecto de ocupación de lo que fue la sede del extinto periódico Informaciones en la calle de la Madera, hoy sede del IDAE. Los okupas de aquella época, década de los noventa, no consiguieron imponerse a unas fuerzas de seguridad que no dudaban en emplear métodos muy expeditivos; y eso que aquéllos okupas habían triunfado en sitios como Minuesa.



Posteriormente a este intento de okupación hubo otro más reciente, el de los históricos Cines Luna que también fue efímero. Tuvieron que pasar muchos años, década de dos mil, hasta que se vino a instalar una de las okupas que mejor tratadas ha sido en los medios de comunicación "El Patio". Esta okupa procedía de otra que había hecho historia en la calle Acuerdo de donde fue desalojada, no sin polémica y crítica por parte de los vecinos del barrio que querían que continuase allí.



A continuación y como un apéndice del Patio, que se instaló en la calle del Pez, se ocupó por muy corto espacio de tiempo otro edificio en la calle Corredera; que parece ser que había sido un antiguo hospital de los caballeros de la Orden de Malta.


La última okupa en instalarse en nuestro barrio, se ha parapetado en un edificio de la la calle Escorial, en el que han colocado gran número de carteles en su fachada, y de la que el movimiento okupa tradicional de Madrid sabe muy poco.

En el fondo, se puede resumir que el pasado okupa de este barrio es relativamente reciente, y surge como consecuencia, una vez más, de la dejadez de las administraciones públicas que permiten que intereses privados especulen con inmuebles históricos en un barrio carente de instalaciones públicas y sociales.

martes, 27 de diciembre de 2011

Bar Julia o de la "Tía Mandacojones"

Recuerdo que cuando llegaba el final de la tarde de los sábados, a eso de las nueve, solía salir disparado de casa una vez que mi madre llegaba del trabajo. Mi destino era un pequeño bar de la calle Corredera, esquina con la calle Loreto y Chicote, Bar La Braña, para mí "El Bar de la Tía Mandacojones" como lo llamaban mi padre y sus amigos: un experto taurino, un trabajador de la rotativa del periódico Informaciones y algunos más que ya no recuerdo; ya que iban y venían. 
Era un bar especial, de él se había hecho cargo una de esas mujeres con carácter que han poblado en infinidad de ocasiones este Madrid, la Señora Julia. Su carácter maternal y bonachón era lo que atraía a infinidad de ovejas descarriadas del barrio, así como a buen número de aquellos actores de finales de la década de los años setenta y ochenta que representaban habitualmente las obras que se estrenaban en el Teatro Lara; y que con el tiempo inspirarían la película "Viaje a Ninguna Parte". Para todos ellos siempre había un plato de comida caliente o un buen vaso de vino fiado.
A mí me tenía un cariño especial, quizás porque era el único niño de diez años que solía parar en aquel local. Entonces las leyes eran más permisivas que ahora y nadie veía mal que un chico de esa edad estuviese con su padre en la taberna. Es más lo que estaba mal visto entre esos hombres era que el niño en cuestión pidiese un refresco; por ello mi padre siempre me pedía una clara, que realmente era un buen vaso de casera con un chorrito de cerveza; aunque a mí lo que más me gustaba eran las patatas fritas que ponían de aperitivo y que se las solía suministrar la churrería que existió en la Travesía del Horno de la Mata.   
Hoy día sigue abierto aunque lo gestionan otras personas. Conserva la misma barra y el pequeño comedor próximo a su histórica cocina, en cuyos fogones tomaron forma infinidad de comidas que aliviaron el hambre de multitud de bohemios, tahures, gentes de la farándula y personajes descarriados de este Madrid Canalla y a la vez acogedor.



I remember when it was late afternoon on Saturday, at nine o'clock, he would rush out of the house when my mother came home from work. My destination was a small bar in Loch Street, corner of Calle Loreto y Chicote, Bar La Braña, for me, "Auntie's Bar Mandacojones" as they called my father and his friends: a bullfighting expert, a worker in the press Information newspaper and some others I can not remember, because it came and went.It was a special bar, it had taken over one of those women that have lived character on countless occasions this Madrid, Lady Julia. His maternal character and good-natured was what attracted countless lost sheep of the neighborhood, as well as a good number of those actors in the late-seventies and eighties usually representing the works premiered at the Teatro Lara, and that eventually inspire the movie "Journey to Nowhere." For them there was always a hot meal or a glass of wine on credit.I had a special affection, perhaps because it was the only child of ten who used to stop at that location. Then the laws were more lenient than now and no one was wrong for a boy of that age was with his father's tavern. Moreover what was frowned upon among these men was that the child in question should ask a drink, which is why my father always asked me a clear, it really was a good glass of home with a splash of beer but to me what more I liked were the fries that put an appetizer and that they are used to supply the churros that existed in the Passage de la Mata del Horno.Today it is still open even manage others. It retains the same bar and small dining room next to its historic kitchen stove which took shape in countless foods that alleviate hunger of many bohemians, gamblers, people from the entertainment and characters of the Madrid Canalla wayward yet inviting.

sábado, 17 de diciembre de 2011

Reconversión Estética o Reutilización de locales de Comerciales

       Hubo un tiempo que las calles de nuestro barrio bullían con la actividad comercial de infinidad de locales comerciales. Era un tiempo en el que no existían las malditas grandes superficies que han acaparado todo el comercio minorista y que han obligado a cerrar a un gran número de pequeños comerciantes. Pero no sólo las grandes superficies han acabado con ese pequeño comercio, también le han afectado los cambios demográficos y los hábitos en el consumo de nuestra sociedad.
    Hoy día muchos de los bajos que en tiempos pasados fueron prósperos negocios se han transformado en viviendas o se han reconvertido en negocios de un siglo XXI que galopa cual potro desbocado. Lo más interesante de este proceso de mutación es que algunos, quizás aquellos que saben valorar la esencia de nuestra historia, han conservado la estética exterior de aquellos comercios decimonónicos la cual nos permite recordar qué establecimiento cubrió las necesidades de una parte de la población de nuestro querido barrio.   


There was a time when the streets of our neighborhood bustled with commercial activity of countless shops. It was a time when there were no large areas that havecursed the entire retail cornered and forced to close a large number of small traders.But not only have destroyed large areas that small businesses also have affected thechanging demographics and consumption habits of our society.
     Today many of the lower than in the past were successful businesses have been transformed into homes or businesses have been converted into a century whichgalloping horse racing. The most interesting part of this process of mutation is that some, perhaps those who value the essence of our history, have preserved theexterior aesthetics of those nineteenth-century shops which allows us to remember what setting met the needs of a portion of the population of our beloved neighborhood.



San Antonio de los Alemanes

     Esta iglesia forma parte de todo un conjunto en el que se incluyen el colegio de la Purísima Concepción, o de las Teresianas, y el convento de las monjas que viven en el mismo e imparten enseñanza a numerosos niños de nuestro barrio.
     Realmente la he visitado en muy pocas ocasiones; ya que su interior siempre ha estado sumamente protegido, quizás con el fin de salvaguardar sus bellezas artísticas de la inseguridad que se vivió durante años en nuestro barrio. Inseguridad de la que la Hermandad del Refugio, que es la propietaria de todo este conjunto religioso, fue bastante responsable; ya que atrajo en la década de los 80 a nuestro barrio a la flor y nata de los indigentes madrileños, los cuales se alimentaban en el comedor que la Hermandad regenta en uno de los bajos de ese magnífico edificio y que da a la calle Corredera. Además de alimentarles les daban una pequeña cantidad en dinero, que la mayor parte de de ellos, se gastaban en vino que bebían en la plaza de Santa María Soledad ante la mirada atenta de muchos de los alumnos a los que las monjitas les daban clases.
      Por suerte hoy en día las cosas han cambiado y aunque la Hermandad del Refugio sigue alimentando a los indigentes en su local de la calle Corredera lo hace de manera coordinada con la policía municipal y con criterios más racionales que han resuelto el problema de la inseguridad.
      Cada vez que visito esta iglesia me recuerda a cuando estuve en la Capilla Sixtina en Roma. No existe en Madrid otro conjunto monumental tan bello y tan desconocido como éste. La descripción de su tesoro artístico y de su historia la encontré hace unos años en el siguiente blog:


      Hoy cuando iba a comprar fruta a Gila he aprovechado que su párroco tenía abierta la puerta y he entrado en ella para deleitarme un rato con las bellezas artísticas que atesora en su interior. En muy pocos barrios de Madrid uno tiene la oportunidad de tener su pequeño Museo del Prado particular. Estas fotografías que he realizado hoy son una pequeña muestra de esa belleza:







This church is part of a whole which includes the College of the Immaculate Conception, or the Teresian, and the convent of the nuns who live in it, and provide education to many children in our neighborhood.

     I actually very rarely visited, and its interior has always been highly protected, perhaps in order to protect its artistic beauties of the insecurity that lived for years in our neighborhood. Insecurity of the Brotherhood of the Refuge, which owns all this religious complex, it was pretty responsible, as it attracted in the 80's in our neighborhood to the cream of the homeless in Madrid, which fed on the dining room runs the Brotherhood one of the lowest in this magnificent building and overlooking Loch Street, but also gave them a small amount of money, most of them, were spent drinking wine in the square Santa Maria Soledad before the watchful eyes of many students to which the nuns were teaching them.
      Luckily today things have changed and although the Brotherhood of the shelter continues to feed the homeless at your local Loch Street does in coordination with the municipal police and rational criteria have solved the problem of insecurity.
      Every time I visit this church reminds me of when I was in the Sistine Chapel in Rome. There is no other monument in Madrid so beautiful and so unknown as this.The description of its artistic treasures and its history I found years ago in the following blog:


                   http://www.viendomadrid.com/2009/12/iglesia-de-san-antonio-de-los-alemanes.html

      Today when I went to buy fruit to Gila I have taken his parish priest had opened the door and I entered in it to enjoy some time with the artistic beauty that treasures inside. In a few districts of Madrid you have the opportunity to have their little particular Prado Museum. These pictures I made today are a small sample of this beauty:

lunes, 5 de diciembre de 2011

Arte Efímero en el Barrio de Universidad de Madrid

Si algo abunda en este barrio es exceso de creatividad, el perfil bohemio ha sido algo consustancial a la esencia de las gentes que han habitado sus calles; no en vano se dice que la llamada Movida Madrileña se gestó en estas calles. Y en muchas de ellas encontraron su tumba bastantes de sus creadores, pero eso será la historia de otro capítulo de este blog.
Aunque es habitual cruzarse por las calles con personajes de la primera línea de la cultura de este país, tales como: Santiago Segura, Alaska, Moncho Alpuente, Sánchez Dragó, Ariadna Gil, Liberto Rabal, Fidel de Yllana, etc. prefiero dedicarle estos párrafos a esos artistas anónimos que de vez en cuando decoran algún rincón de las calles de este barrio. Ese arte que debido a su corto periodo de vida se convierte en efímero; se vuelve a su vez inmortal a través de las fotografías que dan testimonio de que existió.
















Plaza de San Ildefonso

La plaza de San Ildefonso hereda la desgracia de tener un origen similar al de la Plaza de Santa María Soledad Torres Acosta. Históricamente en esa plaza existió un populoso mercado, "El Mercado de San Ildefonso", que se encontraba próximo a la iglesia bajo la advocación del mismo Santo. La necesidad de contar con espacios verdes y de esparcimiento; así como ese afán destructor de algunos de los gobernantes que ha tenido este Madrid fue lo que hizo desaparecer ese precioso mercado en el año 1973 para dar origen a la Plaza de San Ildefonso.

Esta plaza siempre me ha cogido un poco alejado de lo que considero mi entorno vital. No es que se encuentre excesivamente lejos, pero en la década de los años 80 era zona de alto riesgo para los chicos que vivíamos cerca de las calles próximas a la Gran Vía. La plaza de San Ildefonso era patrimonio de una de las numerosas bandas juveniles que durante finales de la década de los años 70 y mediados de los 80 poblaron las calles de nuestro barrio. Cualquiera que fuese pillado en ella y que no perteneciese a la banda que la controlaba se arriesgaba a recibir una paliza y a ser robado.
En los años 80 tuvo su momento de gloria cuando sirvió de plató para una película que hizo historia dentro del cine español y que ha sido repuesta varias veces en televisión española "La Estanquera de Vallecas". 
Parece mentira que las cosas cambien tanto y tan pronto, de ser una plaza asolada por macarras, quinquis y camellos en los años 80; se ha convertido con el paso del tiempo, década de 2000, en una zona cool donde los grunge y los pijos-melendis alternan casi a diario. De todas formas yo sigo sin poder disfrutar de este espacio común que tenemos los vecinos del Barrio de Universidad. En los 80 te atracaban los camellos y hoy en día los precios abusivos impuestos en los establecimientos hosteleros de la zona por una sobredemanda pijo-perroflauta-melendi me impide igualmente disfrutar de un rato de ocio y esparcimiento entorno a una económica copa escarchada de cerveza Mahou.   
No obstante lo que más me ha atraído siempre de esta plaza ha sido su fuente de Ofidios, que en el  fondo representa un poco la dualidad que siempre ha conservado este espacio público; el Bien y el Mal, lo Cutre y lo Cool.




El Bocho

Pocas tabernas tienen tanta solera en el Barrio de Universidad como la Taberna El Bocho. Sus primeros dueños fueron una asturiana y un cántabro que con su cocina casera calentaron el estómago a infinidad de bohemios, estudiantes recalcitrantes, artistas callejeros, músicos errantes, periodistas trasnochadores, filósofos socráticos y un largo etc.
En la actualidad es regentada por las descendientes de esos pioneros de la cocina cantábrica (asturiana y santanderina) que debido a su arte gastronómico rompieron las fronteras de nuestro Barrio, y en alguna que otra etapa hicieron que La Taberna El Bocho apareciese en las principales páginas de los más importantes periódicos de este país.
Personalmente conozco esta taberna desde que mi hermana estudiaba en el colegio que las monjas del convento de la calle de San Roque tienen enfrente del Bocho. Aunque el que realmente es asiduo de este local es mi tío Luis que cuando llega el invierno gusta de tomar el preciado caldo gallego o asturiano que sus dueñas preparan prácticamente a diario.
Pero este pequeño apartado en este blog no tiene por objeto glorificar la magnífica cocina casera de este local histórico de nuestro barrio sino denunciar la desidia de los dueños del edificio en el que se encuentra. No hace mucho, unos cuatro o cinco años, pude leer en un periódico que el dueño del edificio, creo que alguna universidad española, pretendía desalojar a los últimos inquilinos que quedaban en su inmueble de la calle del Pez que estaba y está en un lamentable estado de ruina y abandono. Entre esos inquilinos se incluían a los actuales gerentes del Bocho.
La presión mediática y el apoyo de infinidad de personajes de la cultura española parece que impidió el desalojo. Lo que no termino de entender es qué clase de Universidad puede ser la dueña de ese edificio y a qué espera el Ayuntamiento de Madrid a expropiar ese inmueble u obligar a esa mal llamada Universidad a rehabilitarlo íntegramente. LUEGO SE ECHAN LAS MANOS A LA CABEZA PORQUE EL BARRIO ESTÁ DEGRADADO, CUANDO SON LAS INSTITUCIONES LAS PRINCIPALES CULPABLES.